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Servicio Divino en Madrid: “Los niños en el centro de la comunidad”

13.10.2019

El domingo 13 de octubre de 2019, se ha vivido una gran fiesta en la comunidad de Madrid con la participación activa de los niños.
 
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Ya el sábado por la tarde los niños y sus maestras, prepararon con mucha alegría el adorno para el altar, y parte de la comida que se pudo disfrutar el domingo después de la fiesta. Prepararon masa e hicieron pizzas.

El domingo por la mañana lo primero que hicieron fue una oración en la sala de ministerios, luego prepararon el altar y recibieron a los asistentes en la puerta, y se sentaron todos en el centro, junto con el coro de adultos.

Con la parábola del buen samaritano comenzó el Servicio Divino, el Anciano de Distrito Manuel Macías (Lucas 10: 25-37) «Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto… pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia…». Primeramente, se explicó que el prójimo es todo aquel que está a nuestro alrededor y comparte la vida con nosotros.

En la antigüedad, Dios nos dejó los 10 mandamientos para obrar según Su voluntad. Jesús lo resumió en uno solo: amarás a Dios por encima de todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo.

También se explicó que hay cosas que se pueden ver y otras no, pero el hecho de no verlas no quiere decir que no estén, como el amor, los sentimientos y los pensamientos.

Sabemos que el aire existe, pero no lo podemos ver, igualmente pasa con el amor, sabemos que existe porque lo sentimos dentro de nosotros, También Dios es invisible a nuestros ojos, pero Dios está aquí contigo”.

Después el anciano preguntó: «¿Qué es una persona rica?» Cuando pensamos en una persona rica, imaginamos alguien que tiene mucho dinero y bienes materiales. También son importantes las riquezas espirituales y así recordamos también el lema para el 2019 que nos dio el Apóstol Mayor ser RICOS EN CRISTO. La riqueza material es pasajera, pero la riqueza espiritual es eterna.

Los niños realizaron una obra de teatro representando la parábola del buen samaritano, en situaciones de hoy en día, con la que nos podemos sentir todos reflejados.

Un niño se comía un bocadillo en el parque y otros se lo quitaron empujándole y haciéndole daño. Pasaron varios grupos de niños que no se quisieron acercar por si les pasaba algo a ellos, o porque no querían meterse en problemas, pero finalmente una niña lo ayudó, lo consoló y lo acompañó a su casa. Para terminar todos se abrazaron y haciendo una fila dijeron entre todos:

«¡ES MEJOR DAR QUE RECIBIR!»

El Evangelista de Comunidad Juan José Herbón también dio unas palabras y dijo que las riquezas espirituales son diferentes a las terrenales. Lo comparó con una tarta de cumpleaños: «Cuando hay pocos invitados, los trozos de tarta son más grandes y podemos comer más, si son muchos, los trozos han de ser más pequeños para que pueda comer todo el mundo

Con las riquezas espirituales pasa al revés, cuanto más damos más tenemos, por lo tanto, más ricos somos. Y esas riquezas son las que debemos obtener.

Al final todos los niños se presentaron frente a la comunidad y dijeron su nombre, y la escuela a la que asisten,

La mañana se pudo terminar con la comida que se había preparado el día anterior, donde toda la comunidad participó y se multiplicó la alegría. Fue una experiencia inolvidable.